Hoy en día los
combustibles experimentan fuertes alzas que afectan principalmente los
bolsillos de la clase trabajadora de nuestro país, esa que ahorra y con gran
esfuerzo logra comprar un automóvil, no por lujo sino que más bien por
necesidad ya que los desplazamientos se deben hacer entre varias comunas y la otra
parte que se ve afectada es aquella que viaja en locomoción colectiva y que sus
precios se rigen según el alza de combustible…
Pues bien, es en esta
alza donde hay un invitado de piedra, me refiero al Impuesto Específico a los Combustibles, que fue establecido por el Gobierno Militar en el
año 1986, siendo su precursor Hernán Buchi y teniendo como fundamento las
mejoras viales por efectos del terremoto y mitigar la contaminación de la época.
Luego los concertacionistas incrementaron este impuesto para financiar
pensiones y otros programas de gobierno y finalmente derechistas lo han
incrementado aún más con fines similares.
La sucia verdad es que el fisco recauda casi el 8%
de sus ingresos totales con este impuesto, pero de qué otra parte podría
obtenerse este 8%... Pues bien un recorte presupuestario del 8% obligaría a un
esfuerzo de austeridad en el gasto fiscal del que ninguno de los gobiernos que
hemos tenido sería capaz de lograr… Usted cree que estarían dispuestos a
rebajar sus sueldos de entre 5 y 15 millones de pesos, dejarían de lado o reducirían
los viáticos por concepto de bencinas, arriendos o viajes. Así es! Un impuesto
que a ellos les da muchos beneficios y gratuidades, pero que es pagado de
nuestros bolsillos.
En términos
prácticos con este impuesto el 40% del precio de los combustibles automotrices
lo recoge para sí el fisco, o sea si pagamos US$ 1.50 por litro 0.29 son de IVA
y 0.32 de impuesto específico, por cada litro. En números nuestro odiado
impuesto grava a las bencinas con 6 UTM por metro cúbico (con la Bachelet eran
de 4,5 UTM… Piñera lo subió). Así, de acuerdo a cifras de la Dipres, durante
2012 el fisco recaudó US$2.344 millones por este concepto. Si se considera un
precio promedio de $831 por litro de gasolina, el impuesto específico es de
$265. Es decir, si no existiera el impuesto, se pagaría unos $566 por litro.
Pero sigamos
con esto… Pagamos todos por igual este impuesto? Aunque suene raro y a veces idiota
sólo el 20% de los chilenos que usan algún hidrocarburo paga por él, para el
resto se puede reembolsar. Dentro de estos últimos afortunados usuarios a gran
escala, podemos nombrar a las empresas mineras, navieras, los aviones que
cruzan nuestros cielos, las forestales e incluso los tractores utilizados en el
agro, quienes están exentos del Impuesto Específico…. Pf que quieren que les
diga, “así como las grandes mineras extranjeras que se llevan todo el cobre y
en Chile solo quedan el 20% de sus ganancias”.
Ya! pero si
no quieren eliminar el impuesto rebájenlo, pero rebájenlo bien, es decir, si
hoy pagamos este impuesto los automovilistas privados y locomoción colectiva, súmenosle
a aquellos que no lo pagan (que también contaminan y harto) y veremos que
cuando somos más los que tributamos el precio final puede bajar y según de
lecturas de varios economistas puede reducir hasta en $200 que es igual a que
si lo elimináramos. Ah! Y ojo que las críticas a esta forma de rebaja dicen que
sería un beneficio para las clases más pudientes que tienen más autos o que es
bueno para no generar más congestión o contaminación, pues bien! para todos ellos
hay que recordar que Santiago no es Chile, ya que en regiones la cosa varía, en
sentido que no hay congestiones y la contaminación no está derivada del parque
automotriz y los beneficiados serían por fin la clase media que no tiene auto
por lujo sino que por una necesidad, ya que como sabemos no todos trabajan en
la misma comuna que residen.
(Dato Rosa: La clase alta tributa el doble que la clase media, la diferencia está en los primeros poseen más de 1 auto y los últimos solo poseen 1 vehículo familiar. También cabe señalar que colectiveros, taxistas y microbuseros tributan el doble de la clase alta, tributo que es traspasado a sus usuarios y son ellos quienes asumen este costo)
Es así como el debate de este impuesto seguirá hasta que no encontremos
reales políticos que en el fundamento de esta última palabra hagan verdadera política
para la gente y que no solo les interesen sus bolsillos. Además muchos
concertacionistas y derechistas de nuestro país no quieren eliminar este
impuesto, ya que el trabajo que hay que hacer para poder recuperar esos dineros
y con aún más ganancias, tiene directa relación con las pérdidas que esto puede
provocar a las grandes familias de este país.
Se necesita aumentar el impuesto a las mineras para generar dineros que contribuyan
al desarrollo social del país o mejor dicho, chilenizar minerales como el cobre,
que poseen cifras de ganancia de unos 20.000 millones de Dólares, pero que no dejan
en Chile solo 2.500 millones de la misma moneda (como te quedo el ojo) Para que
el dinero por este concepto no sea extraído de los bolsillos de la clase media
y trabajadora del país… Y bueno no le vamos a pedir eso a la oligarquía
concertacionistas o derechistas, o SI!
SIMPLEMENTE O PAGAMOS TODOS EL IMPUESTO ESPECÍFICO O LO SACAMOS Y CHILENIZAMOS EL COBRE!!!