Siempre he tenido presente que la piel se me arrugara algún día, que el pelo se me volverá blanco, y que mis días se van convirtiendo en años… Pero lo importante no ha cambiado ni cambiara y es que mi convicción no tiene edad, ni sufre alteraciones. Me gusta hacer las cosas sin que me lo digan y procuro demorar lo menos posible sin que eso signifique “al lote”… Mido las consecuencias día a día y no dejo nada al azar, trato de ser estricto conmigo y con los demás pero no pierdo de vista que todos alguna vez podemos errar y eso por la sencilla razón que somos humanos. Me gusta pensar que trabajo con amigos ya que así olvido la individualidad y la alegría fluye. Busco la sinceridad y me opongo con serenidad y razonamiento, busco la cima más alta, busco el criterio, no me avergüenza mi ignorancia ni mis errores porque me esfuerzo en no seguir junto a ellos. Solo aquel que es capaz de criticarme constructivamente y de frente lo suelo llamar amigo(a) ya que después de su crítica viene el mejor consejo y un cálido abrazo….fidelidad, esfuerzo y persistencia me tienen con la sensación de bien retribuido y practicando mi lección de vida.
